Aitor Torre Arriola
INCIDENTE CRÍTICO
La anécdota más reciente que he vivido acerca de
la vigilancia digital me ha ocurrido hace escasos meses. Todo empezó un día en
el que varios amigos decidieron comprar una bolsa de proteínas, ya que querían
empezar a tomar a la salida del gimnasio. Debido a que un
nutricionista/dietista, que yo conocía, me recomendó un par de años atrás una
de estas bolsas de proteínas a mí, mis amigos decidieron preguntarme cual era,
ya que se fiaban más de alguien que supiera acerca de ello que de lo que
pudieran leer en Internet. Por ello, busqué la página de la cual había comprado
yo años atrás, para poder darles esa información. Una vez encontrada la web de
la cual había adquirido el producto, les enseñe todos los datos, y decidieron
comprar el producto.
Parece que la anécdota iba a acabar aquí, pero al
día siguiente, entré en Facebook y en la parte derecha de la pantalla me
salieron varios anuncios. Supuse que seria los típicos anuncios ofreciendo
diferentes, hasta que reparé en ellos y me di cuenta de que eran todos relacionados
con el producto que había buscado. Lo cual no solo ocurrió ese día, sino que
durante las próximas semanas fueron saliendo los mismo mensajes y anuncios.




